lunes, 11 de mayo de 2009

El Palomo Marchenero


INFORME SOBRE EL PALOMO DE RAZA AUTOCTONA ANDALUZA DENOMINADO MARCHENERO O COLITEJO

¿Que es La paloma buchona o ladrona.?

Es consabido que en nuestra tierra siempre ha existido una tradición y un arraigo, hacia unos ciertos tipos de palomos, Los mal denominados, por el vulgo, como “Buchones, Ladrones o Ladinos”.

En Sevilla se han conservado desde antiguo cuatro razas buchonas por excelencia, El Colillano, Laudino o Ladino, el Rafeño y el Colitejo o Marchenero.

La primera cita sobre la existencia de los palomos ladrones en el mundo, la tenemos en la Sevilla de finales del siglo XI o primeros del XII en la obra: “Sevilla a comienzos del siglo XII” “El Tratado de IBN ABDUM”, conjunto de normas dirigidas al buen gobierno de los zocos populantes de la ciudad y que en su norma 141 dice: “Prohíbase en absoluto la venta de palomos ladrones que no emplean mas que la gentes amante de lo ajeno y sin religión, así como la venta de gatos, si de algún tratante se sabe que es trapacero y que no obra como debe, échesele del zoco por ladrón, vigílesele y no se le emplee “

Son muchos los textos que nos hablan de la utilidad de la paloma para el sustento de la economía familiar y de la gran aportación de palomina para los campos, abono predilecto desde la antigüedad (Catón) e insustituible según el sevillano (Ibn Al-Awwam siglo XIII) hasta finales del siglo pasado (Julia Mª Carabaza Bravo, “Las palomas en la agricultura Andalusí”), y claro es que en esos siglos la utilización de palomas adiestradas para atraer a otras palomas estuviera perseguida, persecución que prácticamente, por unos u otros motivos ha perdurado hasta nuestros días.

Para terminar este preámbulo decir que todas las palomas son gregarias (Aristoteles) y que gustan vivir en compañía de las demás. Esta atracción mutua que se tienen las palomas existe en todas sus razas y variedades (Plinio) pero es más acentuada en algunas. Sobre los métodos para atraer palomas a los palomares, no sólo se realiza a través del adiestramiento para atraerlas de forma natural, sino también con la utilización de ciertos aromas en el agua de bebida y la alimentación, vease Ibn Wafid siglo XI e Ibn al-Awwam siglo XIII.

LA CREENCIA QUE TODAS LAS RAZAS FUERON CREADAS POR LOS MONJES FRANCISCANOS, DE ESTO CAMBIA EL NOMBRE DE COLITEJO A MARCHENERO POR LA CREENCIA, SIN FUNDAMENTO ALGUNO, QUE FUE UN PADRE MARCHENA EL CREADOR DE ESTA RAZA. COMO UN SUPUESTO PADRE LLAUDIS EL CREADOR DEL LAUDINO, CUANDO SU NOMBRE ORIGINARIO ERA LAUDINO, SINONIMO DE LADRON.

Esta creencia es reflejada por Rafael Brug Brage en la obra la Pigeon de Mendel Levi, 1965 que nos dice sobre el origen del palomo marchenero, que unos dicen que lo creó el padre Marchena y otros y nos cuenta que le atribuyen el nombre al Padre Marchena, Fraile de la orden Franciscana; sin aportar NO EXISTE NADA QUE DIGA O PRUEBE QUE EL PADRE MARCHENA FUERA PALOMERO Y MUCHO MENOS CUANDO SU NOMBRE ORIGINARIO ERA COLITEJO, LA FECHA DE CREACIÓN QUE SE LE ASIGNA ES LA DEL MONJE “Padre Marchena”, cuando podría ser siglos antes o siglos después, ¿Quién sabe? dato alguno sobre la existencia de dicho personaje, Tuvo su origen de aparición sobre los siglos XV o XVI en Sevilla. Por ser estas fechas acordes con la hegemonía de las Ordenes Franciscanas

AL SE UNA RAZA SEVILLANA TENEMOS HERENCIA VERBAL DE NUESTROS ABUELOS DE QUE SU NOMBRE ORIGINAL ERA COLITEJO

POR DESGRACIA Y VERGÜENZA DE LOS ANDALUCES, nuestras razas, ninguna ha sido reconocida por nuestras Administraciones. , NI AGRICULTURA, NI COMO TAMPOCO DEPORTES con la denominación de Raza Autóctona Andaluza, cuando en otros países, como por ejemplo en Portugal ya en 1.926 el Ministerio de Agricultura Portugués reconoce dos razas buchonas sevillanas como el Rafeño y el Marchenero o Colitejo.; de la diversidad de tipos ya muy fijados en el aspecto morfológico, con un fenotipo muy marcado a lo largo de los muchos años de selección, por parte de los aficionados, cabe destacar el palomo objeto de este análisis histórico, EL MARCHENERO.

LA ATRACCIÓN MUTUA COMO OBJETO DE DEPORTE.

Normas de vuelo y hembreo de 1.759.- referente de orden mundial, por ser estas las primigenias, lo que en el la actualidad conforma , EL JUEGO DE LAS BUCHONAS, LA SUELTA, HEMBREO Y ZURITEO.

Son las primeras normas de la historia de la colombicultura o colombofilia, las que empiezan a dar un viso de cómo eran dichos palomos, al menos, a raíz de lo que debían hacer, nos referimos a las NORMAS DE HEMBREO PARA LA CIUDAD DE CADIZ , dictadas por la Real Chancillería de Granada en 1759 .- es un compendio de normas , para el divertimento de los aficionados de la época, que venía a regular lo que hoy denominamos el juego de nuestras palomas buchonas o el vuelo de nuestras buchonas, suelta hembreo o zuriteo.

Existe muy poca referencia histórica sobre nuestras buchonas, y la poca que existe es confusa y prácticamente in concluyentes sobre la descripción de nuestras buchonas, desde Linneo, Bufón, Cavanilles o Rojas Clemente solo describen las buchonas a las palomas que tienen la facultad de hinchar el buche sin entrar o describir nada más, algunos nos hablan de la buchona andaluza de pico corto y de pico fino sin mas observaciones generando todas las dudas.

Volvemos a sumergirnos en la historia, y observamos, un pasaje de la obra de Antonio Ros de Olano, Maese Cornelio Tácito 1.835.- Estaba más alto que un palomar. Entró, y dijo: «que me chupen brujas, si no adivino lo que anda". Y arrulló de buche profundo, como palomo ladino, a la sastresa. "No está la Magdalena para tafetanes", le respondió ella; y dice que pió el sastre de pura necesidad sonido grave que tienen las buchonas en comparación con el sonido agudo de las palomas que no tienen buche.

Debemos acudir a una obra referente natural, de nuestras palomas, para ver como se cita a nuestro ejemplar, nos referimos a

la Joya Colombofila” de 1.924.-del autor Altamira Raventos. En ella se nos cita, a la paloma buchona ladrona ideal, por la posición de la cola, dividiéndolas en coliteja, colillana (cola recta) y los colivorvos. Así se definían las palomas, por alguna de sus características que las diferenciaban de las demás, sin entrar en otras. En las clases y Ordenes de las palomas de Cavanilles, que sigue a Linneo, las ordena por colores, la de cola negra, la de ala blancas, etc algo totalmente obsoleto e insignificante en el día de hoy. La asignación

Nuestro Colitejo por antonomasia, es el hoy denominado Marchenero,

Es de significar la existencia de un libro obrante en la Biblioteca Nacional Portuguesa, editado en 1.926.- por Joao Rodrigues Afra y José Manoel Pinto; donde se cita que la Comisión Central de Agricultura, Portuguesa ha estandarizado dos Razas de Palomas Sevillanas, la Marchenera y la Rafeña, diciendo que la primera era criada por aficionados pudientes y los segundos por las clases mas humildes.

Es por tanto que el animal objeto de este análisis, podemos llamarlo anterior A 1933.- Como PALOMO COLITEJO, coliconcha o MARCHENERO

podemos afirmar que el Marchenero o Colitejo guarda unas características únicas y máximas que los diferencian claramente del resto de nuestros buchonas por las cuales son base inequívoca para ser considerada raza por los estudios que se han iniciado ante nuestras universidades .

Derivan de este primigenio de figura máxima (llevar la cola invertida metida en la quilla), es esta posición la que le ha otorgado distintos nombres, como cola de langosta o cola camarón apelativos dados por el vulgo ante la apariencia de dichos animales acuáticos.

Es Rafael Brug Brage en su obra la Pigeon que nos nombra al palomo marchenero, y nos cuenta que le atribuyen el nombre al Padre Marchena, Fraile de la orden Franciscana; sin aportar dato alguno sobre la existencia de dicho personaje, es por ello que nuestro coetáneo a la sazón Don Rafael Yuste le atribuya en sus estándar esa antigüedad, El antiguo Buchón Marchenero era un animal de las mismas características morfológicas que el actual pero mucho menos agudizado y por cultivo genético, por acumulación selectiva de los propios factores determinantes de su estirpe, a través del tiempo, ha venido mutándose hasta conseguir las características que actualmente posee. Tuvo su origen de aparición sobre los siglos XV o XVI en Sevilla.

No seria honesto, por parte del dicente, dejar este estudio a médias, así que hemos ahondado en la historia, para ver lo que esta nos cuenta sobre la existencia del Padre Marchena.

a) Hemos constatado la existencia de uno de ellos dando el resultado, que verdaderamente existió ese Franciscano, y natural de la localidad de Marchena, pero en ninguna obra se cita , que dicho Fraile se dedicase a la cría y selección de las palomas , y mas abultado es que toda su obra la desarrolla en las América . ( se expone en anexo I)

b) El segundo fraile, lo hemos verificado en el Monasterio de la Rábida, humanista astrónomo y cosmógrafo. Tampoco se sabe a ciencia cierta que se dedicara a las palomas., sino que fue popular, por recibir a Cristóbal Colon y hacer las gestiones, para su presentación ante la Corte, como se nos cita en las bibliografías.

Es por tanto, que cabe deducir, al igual que en otros capítulos de nuestra historia, que cuando un autor se estanca en sus tesis investigatórias, atribuya su falta de celo a ciertos personajes de la época, creando de esa forma, leyendas otorgadas a personajes afines, en este caso el nombrado Franciscano Padre Marchena, que para nada se corresponden con la verdad de los hechos, verificados por otros autores de mas solvencia y relevancia en su relación con los temas colombófilos.

Tampoco quiero dejar pasar la ocasión, para nombrar a un aficionado Manuel Mendoza Arrabal, nacido en Osuna en 1917 .- en su legado escrito , nos dice que los criaba y seleccionaba , que al colitejo les llamaban Marchenero , y que el coliconcha era un mixto de Marchenero y colillano.

En conclusión : podemos decir que el palomo Marchenero , es el denominado coliconcha , por la posición de su cola , que este ejemplar entre los de sus cualidades, es el de figura máxima , siendo el mas colitejo de los existentes, que en conjunción con otros cuatro tipos conforman lo que los aficionados denominamos las cinco razas históricas andaluzas, no podemos afirmar a ciencia cierta , la creación o denominación de este , como palomo MARCHENERO , basándonos en las leyendas, creadas , por otros autores, haciendo referencia al Padre Marchena , oriundo de la localidad de nuestra provincia del mismo nombre y menos asentir que dicho palomo fuera oriundo de dicha localidad.

En la actualidad ese palomo, de unas características únicas, elegante, armónico, y de una sutil belleza, es poco reconocido, por los aficionados a la cría y selección de palomas. Considerando el abajo firmante, que en nuestra Autonomía, son muy pocos los que lo cultivan, estando en peligro de extinción, si bien en Europa, existe un reconocimiento y auge hacia el mismo, y es triste como andaluz, ver que nuestras Admistraciones, no se implican en la conservación de este como otros palomos, oriundos de nuestras provincias, no existiendo proyectos de ninguna índole, para su estandarización, conservación y preservación. Habiéndose dejado al arbitrio y solo en materia deportiva, de la Federación Española de Colombicultura, financiando en Andalucía, practicas deportivas, de origen valenciano o Murciano en detrimento de nuestras tradiciones mas arraigadas, como son las sueltas de palomos ladrones, el hembreo o el zuriteo, practicas que antaño como hoy se hacen con ejemplares, autóctonos de nuestra Tierra, únicos, como es el caso de nuestro palomo EL MARCHENERO. y que hay que decir en voz alta , que estuvieron prohibidos tanto la tenencia , cría y selección de los mismos hasta el punto de ser sancionados , aquellos que los tuvieren , volasen etc… siendo calificados , como CLANDESTINOS. Por Orden de Presidencia de 10-12-1963.- B.O.E. Nº 300.

Anexo I

LUIS DE BOLAÑOS (-1629)
por Julián Heras, o.f.m.

Fray Luis de Bolaños nació en Marchena (Sevilla) en 1539 (?), y murió en Buenos Aires en 1629. Siendo ya franciscano, partió para América en 1572, en la expedición del adelantado D. Juan Ortiz de Zárate. Llegó, con otros 22 franciscanos, a la Asunción en 1575. Fue el iniciador de las «reducciones» de Paraguay. Hizo la primera traducción del Catecismo limense al guaraní. Después de una larga vida de evangelización, se retiró al convento de San Francisco de Buenos Aires, donde murió.

Antes de comenzar, es conveniente anotar que los franciscanos constituían en la época del descubrimiento de América la Orden religiosa más numerosa de la Iglesia. Esta afirmación vale para toda la etapa colonial de América Latina, y esto de por sí explica en parte el papel aventajado que los hijos de san Francisco desempeñaron en las misiones americanas.

Marco histórico

Siguiendo las rutas de la conquista, los franciscanos penetraron en primer lugar por las Antillas, costas de Venezuela, México, Centroamérica, Perú, Chile, Charcas y Tucumán, que podríamos llamar ruta del Pacífico y de los Andes.

Pero también avanzaron por la ruta del Atlántico hasta llegar al Río de la Plata. En 1538 misionaban ya cinco de ellos en las regiones meridionales del Brasil actual bajo la dirección del padre Bernardino de Armenta, que se titulaba «Comisario del Río de la Plata». Este grupo fue la avanzada de los franciscanos en Paraguay y Río de la Plata, que más adelante pasaría a depender de los franciscanos de Lima y de sus comisarios generales.

El siglo XVI es verdaderamente extraordinario por la cantidad y calidad de figuras sobresalientes de la Orden franciscana en todos los territorios de América Latina. Uno de estos grandes misioneros es el padre Alonso de San Buenaventura que, aunque no vamos a tratar aquí de él, es el verdadero apóstol de Paraguay. Fue compañero de fray Luis de Bolaños y fue quien llevó a esa parte de América hasta sesenta y seis misioneros franciscanos, entre quienes figuran los padres Martín Ignacio de Loyola, sobrino del fundador de los jesuitas, y nuestro Luis de Bolaños.

Perfil biográfico

Fray Luis de Bolaños es la figura que ha quedado en la historia paraguaya como el prototipo del evangelizador franciscano. Nacido en Marchena, provincia de Sevilla, en 1549, muy joven ingresó en la Orden franciscana cerca de su pueblo natal. Allí profesó y realizó sus estudios eclesiásticos y recibió las órdenes sagradas hasta el diaconado. Cuando pasó por su convento fray Alonso de San Buenaventura en busca de misioneros para América, fray Luis decidió unirse a su grupo; llegó a Asunción en 1575. Durante diez años trabajó incansablemente al lado del padre Alonso de San Buenaventura, y finalmente fue ordenado sacerdote en 1585 por el obispo dominico Alonso Guerra.

Desde ese momento, su actividad apostólica se acrecentó aún más, y así, durante más de cincuenta años, fray Luis de Bolaños se consagró a la evangelización entre los guaraníes. Desempeñó diversos cargos en la Orden franciscana y fue superior mayor de la Custodia de Paraguay. Finalmente, murió santamente en el convento de San Francisco de Buenos Aires el 11 [según otros, el 12] de octubre de 1629. La fama de santidad de que gozó en vida, así como los acontecimientos que acompañaron a su muerte movieron a las autoridades eclesiásticas a iniciar su proceso de beatificación.

El hecho más notable en la actuación misionera del padre Bolaños fue la creación de las «reducciones», que tan famosos habrían de hacer después a los jesuitas. Una de las muchas dificultades que se presentaban a los misioneros de Paraguay (como para el resto de América Latina) en la catequesis era la vida nómada de sus pobladores. Para superar esta dificultad el padre Bolaños concibió la idea de «reducirles» en poblaciones fijas y estables, primer paso para la civilización. Allí se les enseñaba, junto con la doctrina cristiana, a leer y escribir y los primeros rudimentos de los conocimientos humanos, a cultivar la tierra, a domesticar animales y, sobre todo, diversas artesanías. De ahí nació la aportación artística indígena en la construcción de iglesias y capillas, retablos e imágenes, que todavía hoy día podemos contemplar y admirar.

Otra de las dificultades con que tropezaban los misioneros en el Paraguay era el idioma de los aborígenes. Fray Luis escribió la primera gramática guaraní y un vocabulario, que fueron de suma utilidad para los posteriores misioneros de Paraguay. El catecismo aprobado por el Concilio de Lima en 1583 y por santo Toribio de Mogrovejo para la enseñanza de la doctrina cristiana fue vertido al guaraní por este misionero; esta traducción fue aprobada por el Sínodo de Asunción en 1603 y se ordenó que fuera utilizada en la enseñanza de la doctrina cristiana.

El padre Bolaños, además de enseñar él personalmente, se dedicó a preparar algunos indios más capaces para que, a su vez, ellos enseñaran a los otros indios. Sólo así pudo preparar y enseñar indirectamente a tantos miles de aborígenes, que de otra forma no hubiera podido atender. Es un buen ejemplo de lo que se puede hacer con catequistas bien preparados también en nuestros días; es otra de las lecciones que debemos aprender de este insigne misionero franciscano.

Cuando los jesuitas se hicieron cargo más tarde de estas reducciones de Paraguay, contaron con la larga experiencia de fray Luis de Bolaños entre los guaraníes.

Julián Heras, OFM, Fray Luis de Bolaños. Iniciador de las «reducciones» de Paraguay, en R. Ballán, Misioneros de la primera hora. Grandes evangelizadores

LUIS DE BOLAÑOS (-1629)
por Pedro Borges

Fray Luis de Bolaños, franciscano, nació en Marchena (Sevilla) el año 1550, y murió en Buenos Aires (Argentina) el 11 de octubre de 1629. Misionero. Tomó el hábito en el convento recoleto de su villa natal. Siendo todavía diácono pasó al Paraguay (1574). Tras cuatro años de excursiones misioneras, en 1580 inició con el padre Alonso de San Buenaventura el sistema de las reducciones. En 1586 figura como presidente del convento franciscano de Asunción. En 1589 reanudó su labor reduccionística. En 1603 asistió al primer sínodo del Paraguay, desempeñando a continuación los cargos de definidor de la custodia del Paraguay (1606-7), custodio de la misma (1611-12) y definidor de la provincia del Río de la Plata (1612), para en 1618 retirarse al convento de Buenos Aires. Aparte de su activísimo apostolado desde el norte del Paraguay hasta Buenos Aires y de su santidad de vida, en la historia de las misiones comparte con el padre Alonso de San Buenaventura el mérito de haber iniciado y modelado el sistema de las célebres reducciones del Paraguay, de las que dejaron fundadas 14.

Compuso en guaraní el Catecismo Breve que se adoptó para la enseñanza cristiana de los indios de las regiones argentino-paraguayas.

Pedro Borges, Luis de Bolayos, en Diccionario de Historia Eclesiástica de España. Madrid 1972, vol. I, pág

Otras bibliografías:

Estudio histórico sobre Fray Juan Pérez de Marchena, por D. José Ignacio Valentí comentarios de Antonio María Fabié Madrid 7 de Marzo de 1890.

José Montoya Romero

Utrera 14 de febrero 2009.-I


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